Disfrutar de las vacaciones con toda la familia es muy gratificante y genera recuerdos muy duraderos en todos los miembros. Mantener a los niños entretenidos y animados puede parecer un desafío, pero no siempre tiene que suponer una obligación o un imperativo tal y como demuestran estos consejos. En Iberostar queremos ponertelo más fácil (a ti y a tu bolsillo), descúbre los hoteles para niños gratis en nuestra wb oficial.
Rompe con la rutina
Salir de la zona de confort no es solo bueno para los mayores, también estimula la mente de los más pequeños llenándolas de inolvidables experiencias. Después de todo el año anquilosados en el colegio, cambiar sus hábitos con algo diferente es un soplo de aire fresco que les traerá alegrías, sonrisas y, de algún modo, hasta les devolverá la edad que tienen.
El deporte es clave
Juega, improvisa partidillos y pon a prueba el estado físico de grandes y pequeños. Son tres pilares fundamentales, no solo para ejercitar el cuerpo, sino también para unir más a las familias con planes originales. Disciplinas como el tenis, el baloncesto o el fútbol permiten reforzar la mente y los lazos. Incluso una pequeña competición que dure en el tiempo, durante todas las vacaciones, puede llegar a convertirse en una costumbre saludable y en una forma divertida de crear otro tipo de dinámicas en la familia.
Aprovecha el entorno
Si estás en la costa, usa las playas, las piscinas y las zonas de juego para mantener a los más pequeños frescos y entretenidos al mismo tiempo. Hacer castillos, esculturas o escribir mensajes en la arena todos juntos es una de las alternativas más entretenidas. Si estás en unas vacaciones en la montaña, hacer caminatas juntos, descubrir la fauna o la flora del lugar y conectar mucho más con el cada vez más lejano campo.
Acierta con los museos
No, no todos los museos están pensados para los niños. Por mucho que ames las esculturas barrocas, esta pasión no tiene por qué ser compartida por los más pequeños. Para ello, encuentra exposiciones que os puedan gustar a ambos y que sean interactivas para que todos se puedan entretener. ¿Una pista? Los museos de historia natural siempre suelen estar enfocados para ambos públicos.
Creatividad en familia
Escribir juntos, jugar a juegos de mesa o mantener vivo un diario de las vacaciones que se actualice en familia son planes que combinan la estimulación de la mente con el trabajo en equipo. Además, la mente de los niños se familiariza con las emociones propias y ajenas, lo que les ayuda en el desarrollo de sus habilidades sociales y mentales.
Disfrutar del aire libre
El buen tiempo permite que se puedan organizar picnics al aire libre y disfrutar de este entorno en familia. Pero la comida no es solo el placer final, es recomendable inmiscuir a los niños en su preparación y, tras la merendola, proponer juegos como encontrar el tesoro con los que se corre y se piensa a partes iguales.
Aprovecha la animación del hotel
Estos servicios, cada vez más profesionalizados y especializados, consiguen que los niños hagan amigos, comiencen a sociabilizar y a tomar decisiones en equipo. Y, por supuesto, a hacer amistades que pueden perdurar guiados por monitores que saben elegir el rol que puede jugar cada niño en las actividades sin que ninguno se sienta desplazado. Además, en cierto modo, son experiencias que están fuera de sus hábitos sociales y que les aventuran a pasarlo bien de una forma diferente. En todos nuestros hoteles para familias, encontrarás cantidad de actividades para niños que los ayudarán a estar entretenidos y felices durante sus vacaciones.
Juega a roles con tus hijos
Jueguen a la fantasía e inventen personajes ficticios juntos. Los piratas son un clásico del juego simbólico que nunca falla, especialmente en vacaciones. No te contengas: ponte el maquillaje, consigue los accesorios y usa los disfraces. Tus hijos no olvidarán una experiencia de aventura imaginaria tan divertida, especialmente en un entorno nuevo y por explorar.
Aprender a nadar, a pescar o a surfear
Nada rompe la rutina de un día normal como aprender una nueva actividad. Algunos deportes como la pesca acercan a todos a la naturaleza. Otros, como el surf, requieren de más tiempo pero lo importante no es el destino, sino el camino, por lo que el mero hecho de aprender juntos es toda una experiencia.